Las emociones y motivaciones son el verdadero motor que nos impulsa a levantarnos cada día, a involucrarnos, a compartir y relacionarnos. En el ambiente de los negocios, en el intento cotidiano actual de diferenciarnos en el proceso de creación de contenidos, la marca será más exitosa si logra enfocarse en crear un mensaje que busque y conecte a nivel emocional con su audiencia y así lograr que estos actúen en base a esos sentimientos.
Si hasta aquí estás de acuerdo, entonces sigue leyendo que en este artículo abordaremos algunos de esos elementos esenciales para lograr esa conexión emocional.
En primer lugar, debemos conocer los arquetipos de la conexión emocional usuario-marca:
- Satisfacción: exceder las expectativas, ofrecer un servicio y una calidad superiores y ser siempre eficientes.
- Identidad: reflejar una imagen aspiracional o valores y creencias que despierten admiración, entusiasmo, vínculo con el cliente.
- Mejora: volverse mejor mediante el uso de la marca, más inteligente, más capaz y más conectado.
- Ritual: integrar la marca en las actividades del día a día, en los comportamientos habituales. La marca se vuelve una parte esencial de la existencia cotidiana, incluso la virtual en redes sociales (si no sale en el feed, lo busca)
- Nostalgia: se centra en memorias del pasado y en los intensos sentimientos de relación que se asocian a ellas.
- Indulgencia: crear una relación cercana basada en momentos de disfrute y gratificación, ya sean ocasionales o frecuentes.
Ahora veamos algunas maneras de fomentar la conexión emocional entre el cliente y la marca.
1. Detectar cuál es la conexión
¿Qué es lo que realmente buscan los clientes en nuestros productos o servicios? Es preciso identificar los disparadores emocionales de la audiencia. Aunque parece que no es una tarea sencilla -y realmente no lo es- debemos estudiar quiénes son nuestros clientes: ¿qué desean?, ¿qué les inspira?, ¿qué les quita el sueño?, ¿cuáles son sus puntos de dolor? El truco es que nuestra marca debe convertirse en una especie de puente entre ese “dolor” o necesidad del cliente con la solución/resolución de necesidades/problemas.
Podemos hacerlo de una forma más simple si analizamos ese universo de clientes actuales y potenciales como personas individuales que viven, trabajan y sueñan, necesitan…, entonces encontrar esa conexión será más sencillo.
Además de nuestras emociones básicas: alegría, tristeza, miedo e ira, existen otros “disparadores emocionales” como la confianza, el sentido de pertenencia, la competitividad, la culpa, el placer/disfrute, el liderazgo, entre otras, que podemos utilizar para construir un mensaje que enamore y conecte.
Tengamos en cuenta que el mundo de los clientes no gira en torno a nuestros productos o servicios, pero si logramos ayudarles con lo que es importante para ellos, nuestra marca adquiere un valor positivo que amarán. Es importante tener en cuenta que la percepción de marca se crea a través de los puntos de contacto y no solo a través de un medio, por ejemplo, lo que publicamos en las redes sociales.
2. Crear contenido emocional y viral
Uno de los principales problemas a la hora de generar contenido de calidad es el tiempo, el presupuesto y una selección adecuada de los textos de los mensajes. Sin embargo, si hemos estudiado e identificado correctamente nuestro público, los disparadores emocionales que mencionábamos antes, junto a otros factores, podremos lograr que nuestros esfuerzos sean más rentables y tendremos más posibilidades de ser virales.
Debemos prestar mucha atención a los elementos creativos. El color, en particular, tiene un efecto poderoso en las emociones de las personas.
3. Cuenta una historia auténtica
Nos encanta que nos cuenten historias; desde tiempos inmemoriales cuando el hombre primitivo se sentaba alrededor del fuego. Las mejores historias son aquellas que se quedan con nosotros cuando cerramos el libro. Si logramos movilizar emocionalmente a nuestra audiencia con una historia auténtica, esto ayudará a crear una mejor relación con nuestra marca y un mejor engagement.
¿Qué podemos hacer? Compartir una vulnerabilidad, buscar historias con las que la gente se identifique, etc. Pero, es preciso tener cuidado con lo que decimos y cómo lo decimos. La perfección no existe. Intentar serlo o demostrarlo puede ser poco interesante y peor aún, poco creíble. Una historia de superación es más emocional, creíble y compartible que una de productos y servicios perfectos y sin errores.
La realidad es que ya no vendemos productos y servicios. Vendemos formas de mejorar la vida de las personas, que le den status, calidad de vida, satisfacción... debemos apelar a solucionar ese dolor, esa carencia, para que nuestra marca sea la respuesta adecuada a sus problemas.
4. Crea un movimiento o comunidad
El marketing emocional logra establecer un movimiento o comunidad alrededor de su marca con desencadenantes psicológicos. El efecto que se crea mantiene a las personas intrigadas por lo que están haciendo otros y por lo que la marca les va a mostrar cada vez, los nuevos detalles con los va a sorprender. Aceptación, entusiasmo, alegría, diversión, son sentimientos que pueden crear lealtad hacia una marca.
Crear una comunidad permite que los clientes continúen interactuando con la marca y el negocio más allá de tus productos y que, incluso, se sientan motivados a compartir tus publicaciones en redes sociales. Para ello es importante que tus mensajes valgan la pena para ser compartidos con otros y que a la par permitan que tu audiencia se identifique con tus valores.
5. Inspira a lo imposible
La inspiración no es una emoción, pero el proceso de sentirse inspirado definitivamente genera muchas emociones conexas: euforia, alegría, satisfacción, esperanza, solo por mencionar algunas.
Los mensajes inspiradores son poderosos porque aprovechan un sueño, una meta, una ilusión, un deseo de esa audiencia a la que se desea alcanzar. Para ello necesitas comprender y transmitir acertadamente de qué manera aquello que vendes ayuda a tu público a alcanzar sus sueños, cumplir sus deseos, satisfacer sus necesidades.
6. Proyecta una imagen ideal
Como mencionamos antes, muchos negocios exitosos aprovechan el cómo nos sentimos actualmente, mientras que otros aluden a emociones que nos gustaría sentir. Hay que convencer al cliente que aquello que ofrecemos es lo que necesita, es lo que les va a dar satisfacción, aquello que están buscando.
7. Personaliza y fideliza
Para crear esa conexión emocional que estamos buscando entre nuestra marca y su audiencia, es importante hacerla sentir única e inolvidable. Es necesario e importante reconocer su individualidad, hay que acordarse de él: compras/visitas anteriores, productos favoritos, nombre, sexo, incluso fecha de cumpleaños si fuera el caso también.
Asegúrate entonces de cuidar especialmente el servicio de atención al cliente posventa. El marketing emocional no termina con la decisión de compra, para fomentar la fidelización es preciso maximizar la relación con el cliente, es imprescindible seguir comunicándote regularmente con ellos y en la medida de lo posible anticiparte a sus necesidades.
En el mundo actual se está volviendo cada vez más importante la conexión personal, entonces, la capacidad de aprovechar con éxito las emociones de una audiencia, más que importante, ha devenido cuestión de supervivencia, rentabilidad y lealtad.
En próximos artículos volveremos con más sobre este apasionante y actual tema. Mientras tanto, comparte el conocimiento y déjanos tus ideas. Estamos deseosos de leerte.