¿Cómo lograr ser una persona competente?

06/06/2025

Dr. MBA Raúl Gil

En un mundo cada vez más dinámico y exigente, la palabra competencia ha adquirido un papel central en el desarrollo personal y profesional. Pero, ¿qué significa realmente ser una persona competente?

El origen del concepto

La palabra competencia proviene del latín petere, que significa pedir, y se le añade la preposición cum, que significa con, en compañía de. Desde su raíz, la competencia implica una exigencia externa: algo que se solicita, que se espera que alguien cumpla. Esta solicitud conlleva una motivación, una necesidad de respuesta. Aunque el término suele relacionarse con rivalidad, aquí nos referiremos a competencia como posibilidad, como capacidad de respuesta eficaz ante los desafíos del entorno.

Competencia y desempeño: una dupla esencial

La competencia no se puede entender sin el desempeño, es decir, los actos concretos que evidencian cómo nos desenvolvemos en distintos ámbitos: familiar, laboral, social. No basta con conocer. Una persona competente pone en práctica lo que sabe, ejercita sus habilidades y se adapta a las demandas del contexto.

La tríada de la competencia

Para hablar de una persona competente debemos considerar tres dimensiones esenciales:

  1. Saber conocer: El conocimiento adquirido a través del aprendizaje.
  2. Saber hacer: La capacidad de aplicar esos conocimientos en la práctica.
  3. Saber ser: El conjunto de actitudes, valores y habilidades sociales que permiten una interacción saludable con los demás.

Habilidades cognitivas, técnicas y sociales

Las competencias se expresan en diferentes tipos de habilidades:

  • Cognitivas: Lo que sabemos y cómo lo comprendemos.
  • Técnicas o profesionales: Lo que sabemos hacer con precisión.
  • Sociales: Cómo nos relacionamos con los demás.

En este último punto es clave hablar del autoconocimiento, pues solo desde allí podemos desarrollar habilidades sociales como la comunicación asertiva, el liderazgo, la empatía, la resiliencia o la gestión del tiempo. Ser competente implica también saber vivir con otros.

Características de una competencia

Las competencias:

  • Se desarrollan progresivamente, según el nivel de complejidad que enfrentamos.
  • Cobran sentido en función del contexto.
  • Transforman el conocimiento académico en saber aplicable.
  • Se integran mediante procesos de contextualización y significación.

Una competencia no es una fórmula cerrada. Es dinámica, se adapta, crece y se fortalece en la práctica.

La competencia como filosofía de vida

En la sociedad actual, caracterizada por la complejidad, la rapidez tecnológica y la diversidad cultural, ser competente es una necesidad. No solo para hacer, sino para convivir, decidir con juicio crítico, respetar la diversidad y combatir la discriminación.

Por eso, las competencias deben ser entendidas desde un enfoque sistémico, que articula conocimientos, habilidades, actitudes y valores para actuar de forma ética y responsable. Son más que herramientas: forman parte de nuestra filosofía de vida.

¿Y las empresas?

En este escenario, las empresas tienen una responsabilidad clave: formar equipos competentes. Esto no se logra solo con control u organización, sino con capacitación y desarrollo humano. Cada trabajador trae consigo un “paquete” de habilidades sociales moldeado por su familia, su entorno, su historia. La empresa debe ser un espacio para fortalecer esas competencias y permitir que cada individuo crezca en su desempeño.

Ser una persona competente es mucho más que tener conocimientos. Es saber aplicarlos con juicio, actuar con ética, relacionarse con empatía y adaptarse con inteligencia a los desafíos del entorno. Es una construcción constante, una apuesta por el aprendizaje continuo y por una vida vivida con propósito.

Para hacer un comentario debe estar logueado.