Diciembre es un mes de cierres. Termina el año y con él suelen cerrarse muchos ciclos o, al menos, se vuelve un momento propicio para tomar un alto en el camino, echar la vista atrás y constatar, con alegría o pesar, cuántos éxitos se han cosechado en los últimos doce meses o en qué punto se pudo haber avanzado más. Justo así ha hecho CubaEmprende en este diciembre y, aunque el espíritu exigente de su equipo de trabajo siempre está ávido de más, no hay lugar a dudas de que el 2015 ha de calificarse como un año de muchas alegrías y aciertos para el Proyecto.

Aquel enero de 2016, ahora tan distante en la memoria, nos regaló un cambio importante en la estructura del Proyecto, con la creación de tres áreas de trabajo que hoy por hoy sustentan la labor de CubaEmprende de cara al cliente: Capacitación, Servicios Empresariales y Comunicación. De esta manera, se ha podido fortalecer el trabajo en estos tres ámbitos, animados por equipos más o menos numerosos, pero todos con la suficiente competencia para brindar servicios cada vez más ajustados a las necesidades de los emprendedores. Prueba de ello son los nuevos talleres especializados, el número creciente de graduaciones empresariales, el aumento de las visitas a negocios para asesorías in situ o la calidad de los eventos organizados en el año.

Se ha consolidado el espacio El tema del mes -propuestas de conferencias con frecuencia quincenal, dirigidas tanto a graduados del Taller Emprende como a no graduados- como un servicio ideal para quienes buscan profundizar en temas actuales dentro de la gestión empresarial. Los nuevos módulos Habilidades sociales para directivos y Responsabilidad Social Empresarial, el primero con dos ediciones y el segundo con una, han recibido muy buena aceptación por parte de los emprendedores, quienes ya están a la espera de más, ávidos por continuar aprovechando propuestas similares.

El área de Servicios Empresariales logró graduar este año a cuatro nuevas empresas, quienes atravesaron de manera exitosa todo el proceso de asesorías especializadas, lo cual de cara a la sociedad significa que existen cuatro nuevos negocios con mayores probabilidades de éxito y, sobre todo, más comprometidos con satisfacer apropiadamente las necesidades de sus clientes. Para inicios del 2017 se prevé la graduación al menos de otros ocho; ocho nuevos motivos para sentirnos orgullosos del trabajo realizado por esta área y que nos permiten constatar su impacto en la mejora de estos negocios y la calidad de vida de los emprendedores que los gestionan.

La presencia del Proyecto en Internet, materializada a través de su sitio oficial y su página en la red social Facebook, garantizó una mayor y mejor comunicación con los emprendedores, quienes de esta manera tienen a su disposición otros caminos para mantenerse conectados a la comunidad emprendedora que poco a poco, entre todos, se ha ido gestando.

La Expoemprendimiento IV Aniversario, consolidada en su tercera edición, y el evento Noviembre de emprendedores, desarrollado por vez primera bajo la consigna qué puedo dar, qué necesito, sirvieron como escenario propicio para conocer más de cerca el trabajo de los emprendedores. Para las empresas participantes, estos devinieron espacios ideales para compartir experiencias, lanzar nuevos productos, darse a conocer o conectar con futuros clientes, proveedores, en fin, con disímiles actores de relevancia dentro de sus cadenas de valor; para CubaEmprende, ambos eventos significaron la oportunidad de propiciar un espacio genuino de interrelación entre emprendedores y, de esta forma, contribuir a la construcción de un entramado de redes de cooperación y apoyo entre quienes han decidido iniciar su propio negocio en el país.

Otra ganancia de Noviembre de emprendedores fue la siembra -o quizás sería más oportuno decir el comienzo del cultivo- de la semilla de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Ciertamente, desde el propio surgimiento del Proyecto se ha trabajado esta línea de acción con más o menos intención, pero a partir del último trimestre del año en curso se desarrolló una estrategia mucho más articulada en función de promover en los emprendedores la necesidad de asumir emprendimientos socialmente responsables. Como momento relevante de esta estrategia, en el evento de noviembre se hizo el lanzamiento del Premio Oasis a la RSE, a otorgarse en los primeros meses del próximo año, el cual tiene como objetivo comprometer a las empresas con estos postulados y así, entre todos, ir ganando en una cultura empresarial beneficiosa para la sociedad.

El trabajo articulado con la red CubaEmprende, es decir, en colaboración con las sedes de Camagüey y Cienfuegos, también ha continuado y se ha fortalecido durante este año: emprendedores de La Habana participaron en eventos organizados por ellos; se apoyó con el envío de profesores del Taller Emprende en los casos en que fueron solicitados y se continuó el proceso de capacitación a los asesores, profesores y personal administrativo con el objetivo de fortalecer los diferentes servicios y procesos desarrollados en las sedes.

Para el próximo año son muchos los sueños y proyectos que tenemos entre manos… aunque quizás el más significativo sea la celebración por el V aniversario de CubaEmprende.

Definitivamente este diciembre nos deja un dulce sabor. Cerramos el año y con él quedan atrás doce meses de intenso trabajo, de encuentros y desencuentros, pero, sobre todo, nos queda la alegría de haber topado con cada uno de los emprendedores que en este 2016 llegaron al Proyecto: algunos muy centrados, otros no tanto; unos muy motivados, otros a media máquina; algunos con negocios prósperos y otros en los que era necesario trabajar más e implementar nuevos mecanismos de gestión. Sin embargo, cada uno de ellos viene a ser la confirmación de que un proyecto como CubaEmprende es necesario y de que la labor desplegada por él puede impactar positivamente en la vida de muchas personas. ¡Gracias por la fuerza que nos insuflan cada día para seguir trabajando!