Finanzas empresariales. Fuentes de financiamiento de las empresas

05/04/2022

Ing. Raúl Ernesto Rodríguez

Las  decisiones  financieras,  como  parte  del  sistema  que  es  la  empresa, deben  contribuir  eficazmente  a  maximizar  su  competitividad.  Esta competitividad  estará sujeta a particularidades de cada país y de cada sistema socioeconómico. 


No obstante, este indicador también incluye un grupo de aspectos que siempre  deben  ser  satisfechos  si  la  empresa  aspira  a  ser  una  organización  de clase  mundial.

Riesgo empresarial. Unidad entre rentabilidad y riesgo.
El  tema  del  riesgo  empresarial  es  uno  de  los  mas  apasionantes  de  la ciencia  financiera, no solo por la gran diversidad de factores que involucra, sino por las  severas  implicaciones  que  puede  tener  para  los  resultados económicos,  la  situación financiera y la propia supervivencia de cualquier empresa. Toda  empresa  es  una  apuesta  por  el  futuro  que  entraña determinado  riesgo,  pues los inversores renuncian a un consumo presente seguro, con la esperanza  de alcanzar determinados resultados, razonablemente superiores, en el futuro. A medida que el riesgo de la empresa sea mayor, esa esperanza es más incierta  y viceversa.


El  riesgo  es,  en  esencia,  la  combinación  de  dos  grupos  fundamentales de  factores:
1.  Aquellos relacionados con las condiciones y la forma en que opera y es administrada  la  empresa  (de  ahí  surge  el  concepto  de riesgo comercial, también conocido como riesgo económico u operativo) 
2.  Aquellos  relacionados  con  las  condiciones  y  la  forma  en  que es financiada  la  empresa  (los  cuales  generan  el  concepto  de riesgo financiero)

El  riesgo  financiero  está  asociado  principalmente  a  la  estructura  financiera  que asuma la empresa, es decir, a la proporción en que combine los recursos propios y los ajenos (a corto y a largo plazo) dentro del total de fuentes de  financiamiento  que  utiliza.  En  el  riesgo financiero  influye también  la diversificación que tenga en cuanto a los proveedores de capital. Estos  factores  pueden  influir  de  manera  decisiva  sobre  la  estabilidad  de la empresa y por tanto, sobre los flujos de caja que esta genera.

Lógicamente, los inversores  casi siempre tienen aversión al riesgo, es decir, prefieren los ingresos seguros, los beneficios y dividendos estables a los muy fluctuantes; por eso, a medida que crece el riesgo de una empresa, exigen de ella una mayor  rentabilidad,  para  compensar  dicho  riesgo.  Este  es  un principio universal  de  la  ciencia  financiera:  la  unidad  entre  rentabilidad  y riesgo.  A medida que las expectativas de los flujos de caja que pueden generar una inversión sean más variables, más volátiles, mayor rentabilidad se exigirá de ella.

Un término muy importante que caracteriza tanto al riesgo financiero como el comercial es la diversificación, el cual es uno de los principios elementales de las ciencias económicas y financieras, precisamente para cubrirse de una gran parte de los riesgos.Con este tema existe una idea fundamental: es necesario diversificarse en todos los sentidos que conciernen a las operaciones de una empresa,aunque aprovechando también  en  lo  posible  las  importantes ventajas  de  la concentración  y  la  especialización.  Se  trata,  entonces,  de encontrar un equilibrio entre dos tendencias opuestas, que no pueden llevarse al extremo. 

Desde hace un tiempo, existe una teoría económica y financiera, una ley no escrita, que algunos llaman Ley del 25%, que es un llamado permanente a la diversificación,  a  no  concentrar  más  de  25%  de  la  actividad  en  un solo producto, mercado, financiador, proveedor, cliente, etc. Por ejemplo, ningún financiador pone más del 25% de su dinero en la misma empresa, ninguna empresa debe concentrar más del 25% de sus ventas en el mismo producto, mercado o cliente, ni de sus compras en el mismo proveedor ni de su dinero el mismo banco. Por supuesto que esta cifra no es rígida y estará en la decisión de los propietarios y de las condiciones en las que opere la empresa, pero debe quedar claro que debe rondar en ese entorno.

Fuente de financiamiento de la empresa.
Se analizarán las fuentes de financiamiento  que puede disponer una empresa y algunas de las características que distinguen a unas de otras, mediante un ejemplo  muy  simplificado,  pero  que  ayuda  a  entender  las posibles alternativas de financiamiento.Para  este ejemplo tendremos  en escena dos  actores:  un  financista  que llamaremos Liborio Inversor y una empresa típica, de riesgo medio, que toma decisiones acertadas que llamaremos Empresa Inteligente. Suponga  que  Liborio  Inversor  dispone  de  $10  000  y  está dispuesto  a invertirlos  de  alguna  manera.  ¿Qué  pudiera  hacer  con  ellos?

En  principio, darle cuatro destinos diferentes a ese dinero:

  • Depositarlos en el BSS (Banco Serio y Seguro),
  • prestarlo a la Empresa Inteligente para que se lo devuelva a corto 
  • plazo,
  • prestarlo a la Empresa Inteligente para que se lo devuelva a mediano 
  • o largo plazo, o invertirlo en la empresa inteligente aportándolo como capital o patrimonio a dicha empresa. 

Analicemos cada una de estas posibilidades:
En  el  primer  caso,  se  trata  evidentemente  de  una  inversión  muy  segura y tranquila: se deposita el dinero sin necesidad de hacer nada más y, con casitotal seguridad; una  vez transcurrido  el plazo escogido se extrae el dinero del BSS y además los intereses correspondientes al período en que ha estado depositado.

La segunda opción, ¿es más o menos arriesgada que la primera? Sin dudas, prestarle el dinero a la Empresa Inteligente, aunque sea por un periodo corto y  esté  legalmente  obligada  a  devolverlo,  representa  un  riesgo  mayor que depositarlo en el BSS, porque, aunque la Empresa Inteligente tenga intención de reintegrarlo, puede serle imposible hacerlo si su gestión o resultados han sido  inadecuado  y  no cuenta  con  el  dinero  necesario  en  el momento acordado.


Teniendo en cuenta que el riesgo es superior en el caso del préstamo a corto plazo, Liborio Inversor se decidirá a prestar solo si obtiene con ese préstamo una rentabilidad superior a la que obtendría, tranquilamente, depositando su dinero en el BSS y sentándose a esperar su devolución con los intereses que este le paga. Es decir, en las finanzas existe una ley que reza: en la misma medida que se eleva el riesgo de una inversión crecerá la rentabilidad exigida por el inversor para decidirse a hacerla.
La tercera  posibilidad es  aún  más arriesgada. A medida que se alarga el plazo del  préstamo,  crece  exponencialmente  el  número  de variables internas y externas  que  pueden  actuar  sobre  la  Empresa  Inteligente,  y  también su efecto, por lo que resulta mucho más difícil estar seguro de que, vencido el plazo convenido, estará en condiciones de devolver el financiamiento con los 
intereses correspondientes.Por  esta razón, para  que Liborio Inversor prefiera prestar su dinero a esta empresa  a  mediano  o  largo  plazo,  en  lugar  de prestárselo  a  corto  o depositarlo  en  el  BSS,  la  Empresa  Inteligente tendrá  que  ofrecerle  una rentabilidad  muy  superior  a  la  que  ofrecería  por  el préstamo  a  corto  plazo tanto más alta cuanto superior se considere el riesgo.


En  el  cuarto  caso,  la  inversión  tendría  características  muy  diferentes  a las anteriores, porque cuando se aporta dinero al patrimonio de una empresa y, por tanto, se participa en la propiedad de la misma, no se tiene el derecho a la devolución de lo aportado en una fecha futura (la empresa no está obligada a devolver en ningún momento ese dinero aportado), sino que se adquiere el  derecho  a  recibir  una  parte  de  su  utilidad  neta  en  forma  de dividendos, proporcionalmente a la participación que se tenga en un patrimonio. O sea, en  la  medida  en  que  existan  mayores  utilidades  netas,  Liborio Inversor recibirá  una  retribución  cada  vez  mayor  a  cambio  del  aporte  que hizo  al patrimonio de la Empresa Inteligente; pero de la misma forma, según esas utilidades  sean  menores  recibirá  cada  vez  menos,  y  si  hay pérdidas no recibirá nada y perderá total o parcialmente lo que invirtió.
 

Vale  aclarar  que  las  utilidades  netas  de  una  empresa  pueden  tener  tres destinos fundamentales: 

  • distribuirlas como dividendos a los dueños, 
  • distribuirla entre los trabajadores o 
  • retenerlas como autofinanciamiento.

Cuando los  propietarios de una empresa deciden retener  una parte  de sus utilidades,  están  reinvirtiéndolas,  o  sea,  sacrifican  sus dividendos actuales con  la  esperanza  de  obtener  en  el  futuro  ganancias apreciablemente superiores.


Estaremos de acuerdo en que esta alternativa de inversión será sin dudas la más arriesgada para Liborio Inversor (porque no tiene derecho a devolución y solo recibirá una determinada compensación por su aporte si se obtienen buenos  resultados),  por  tanto,  solo  preferirá  esta  variante  si, habiendo evaluado bien las perspectivas de la empresa donde va a poner  su dinero, confía en recibir una rentabilidad muy superior (que cubra incluso el monto aportado) a la que obtendría en las alternativas anteriores, evidentemente mucho menos arriesgadas para él. Ahora  bien,  pongámonos del lado  de  la  Empresa  Inteligente.  De  las  tres posibilidades de financiamiento de las que podría disponer a partir del dinero de  Liborio  Inversor,  ¿Cuál resulta para  ella  la  de  mayor  riesgo?

Habrá consenso  en  que  es  el  préstamo  a  corto  plazo,  porque  está obligada  a devolverlo en un período de tiempo relativamente corto, y si sus operaciones no le salen tan bien como esperaba, de todas formas, tendrá que devolverlo en la fecha acordada, con los intereses correspondientes. Además, no estará nunca  del  todo  segura  de  que  cuando  desee  renovar  esa  fuente de financiamiento (obtener un préstamo similar para seguir respaldando los activos  que  financiaba  con  el  préstamo  anterior)  pueda  hacerlo en condiciones aceptables para ella, pues en  la misma media en que se deteriore su situación financiera, los posibles prestamistas  sentirán que arriesgan más su  dinero  al  prestárselo  y,  si  lo  hacen,  exigirán  una rentabilidad  muy  superior.


Esta  fuente  de  financiamiento,  que  es  la  más  arriesgada  para  ella,  es al mismo tiempo la que menos le cuesta, porque Liborio Inversor al considerar que  en  esta  alternativa  está  arriesgando  menos  su  dinero,  le exigirá  a  la empresa una menor retribución.

 

El  préstamo  a  largo  plazo,  por  su  parte,  representa  para  la Empresa Inteligente un riesgo muy inferior al anterior, porque puede disponer de él durante un período mucho mayor y le permite utilizarlo en inversiones a más largo plazo e, incluso, rectificar posibles errores en su utilización o reponer de  coyunturas  desfavorables  sin  estar  apremiada  por  su devolución inmediata.  Esta  posibilidad  de  financiamiento  tendrá  entonces para  la Empresa  Inteligente  mucho  menos  ries  go  que  el  préstamo  a corto  plazo, pero le costará mucho más cara, dado que el riesgo que no asume la empresa lo está asumiendo Liborio Inversor, por lo que exige una retribución superior.

Por  último,  financiarse  con  un  aporte  de  Liborio  Inversor  a  su patrimonio representa para la Empresa Inteligente la variante menos arriesgada, porque si los negocios salen mal  no está obligada a pagar. Sin embargo, en la misma medida en que sus resultados sean superiores y obtenga mayores niveles de utilidad  neta,  tanto  más  tendrá  que  retribuirle  a  Liborio Inversor,  quien precisamente con esa esperanza se ha decidido por invertir su dinero de esta manera.  Por  tanto,  recibir  aportes  a  su  patrimonio,  que generalmente representa para la Empresa Inteligente la variante de menor riesgo, es a la vez, la fuente de financiamiento más cara.

Obsérvese  que  al  seleccionar  sus  fuentes  de  financiamiento  la Empresa Inteligente se  enfrenta a una  disyuntiva importante ¿minimizar el riesgo o disminuir  el  costo  del  financiamiento?  En  esta  como  en  casi todas las decisiones financieras (que se parecen mucho a las decisiones personales), está presente  la permanente vinculación entre rentabilidad y riesgo; es decir, la contradicción ente seguridad y rentabilidad.¿Cuáles  son  las fuentes  fundamentales  de  financiamiento  de  una empresa?


1.  Pasivos espontáneos
Son  los  recursos  ajenos  que  representan  obligaciones  a  satisfacer  a corto plazo,  tales  como  cuentas  por  pagar,  cobros  anticipados,  salarios  y otros gastos  acumulados  pendientes  de  pago,  aporte  a  la  seguridad social, dividendos e impuestos por pagar.


Se  identifican  con  el  nombre  de  “espontáneos”,  porque  al estar estrechamente vinculados a las operaciones de la empresa tienden a variar en una proporción cercana a las variaciones de las ventas y, a diferencia de las restantes  fuentes  de  financiamiento,  en  la  mayoría  de  los  casos se dispone de ellos sin tener que pagar algo a cambio. Constituyen la fuente de financiamiento más barata, pero no se puede disponer  de ellos a voluntad dado que dependen fundamentalmente del nivel de actividad de la empresa, de sus relaciones con los proveedores, coyunturas del entorno, regulaciones establecidas, entre otros factores.


2.  Préstamos a corto plazo
Constituyen  recursos  monetarios  ajenos  prestados  por  terceros (bancos, instituciones  financieras,  empresas,  inversores  privados)  y  que deben  ser reintegrados a corto plazo (hasta un año, según se acuerde) con los intereses correspondientes. De los préstamos a corto plazo, una variante muy utilizada es la línea de crédito, que es una forma de financiamiento donde la entidad financiera  pone  a  disposición  de  la  empresa,  por  un  periodo  de tiempo definido,  un  fondo  determinado  y  esta  va  tomando  de  ese  fondo según  lo necesite,  pagando  los  intereses  correspondientes  a  la  cantidad que  ha tomado. Si al final del período acordado, la empresa no ha utilizado todo el dinero  puesto  a  su  disposición,  algunas  veces  se  le  exige  pagar cierta compensación  a  la  entidad  financiera  (lógicamente  inferior  a  los intereses que paga por la parte utilizada) por el tiempo en que ese dinero ha estado ocioso a su disposición.

Esta  variante  de  financiamiento  a  corto  plazo  es  muy  utilizada  cuando la empresa no puede tener a priori una certeza de la cantidad exacta de dinero que necesitará, lo que ocurre sobre todo cuando el destino del préstamo es cubrir  desfases  financieros  en  las operaciones,  cuyo  monto  exacto es impredecible,  pues  depende  de  los  niveles  de  venta  que  en  realidad se alcancen, la velocidad de cobro, los costos exactos en que se incurra, entre otros,  todo  esto  es  estimado  porque  no  es  posible  preverlo  con absoluta precisión. 


3.  Otras fuentes de financiamiento a corto plazo
Dentro  de  las  fuentes  de  financiamiento  a  corto  plazo,  y  que  a  veces son desconocidas y poco utilizadas, vale mencionar las que se obtienen mediante la  utilización  de  algunos  componentes  de  los  activos  circulantes como garantía,  particularmente  las  cuentas  y  efectos  por  cobrar,  así como los inventarios:


a.  Cuentas y efectos por cobrar

Esta  modalidad  de  fuente  de  financiamiento  se  puede  presentar  de dos formas. En un primer caso, la empresa recibe por adelantado de una entidad financiera el valor de sus cuentas o sus efectos por cobrar negociados con determinado  descuento,  pero  si  llegado  el  momento  en  que  se  deben ser saldados  por  el  comprador,  este  no  lo  hace,  el  vendedor  (que  cedió sus derechos a la entidad financiera a cambio de un financiamiento adelantado) tiene  la obligación  de pagarlas, o sea, se  traspasan a la  entidad financiera los derechos de cobro, pero no el riesgo de impago.

En un segundo caso, cuando se venden las cuentas o los efectos por cobrar a una  entidad  financiera,  ella  asume  el  riesgo  de  impago,  por  lo  que el vendedor queda liberado de la necesidad de evaluar el riesgo del cliente, la gestión de cobros y otras operaciones, que pasan a ser responsabilidad de la entidad  financista;  en  compensación,  el  financista  exige  un importante descuento al valor de las cuentas por cobrar cuando las compra.


b.  Inventarios
Se  entregan  como  garantía  inventarios  de  materias  primas  o productos terminados,  que  sean  de  amplio  consumo  y,  por  tanto,  de  fácil venta.  Se exigen  como  garantía  inventarios  cuyo  valor  al  menos  duplique el financiamiento otorgado, con el fin de desestimular el impago y para, en caso de  que  ocurra,  recuperar  fácilmente  (vendiendo  a  bajos  precios)  el monto prestado y los intereses. Hay tres variantes fundamentales de utilización de los inventarios como garantías:


i.  Gravamen sobre el inventario
Otorga al prestamista derechos contra todos los inventarios del prestatario. Sin embargo,  él  no  está  obligado  a  conservarlos  y  es  libre  de seguir usándolos o vendiéndolos, lo que reduce la solidez de esta garantía. Se usa generalmente con empresas  que mantienen una estabilidad en  sus niveles de inventario.


ii.  Inventario en consignación
Se utiliza mucho cuando el financista es un vendedor mayorista que entrega a un minorista su mercancía para vender. Esta se paga cuando se vende con un margen de los ingresos para el vendedor minorista, además de un interés correspondiente al tiempo que estuvo la mercancía sin venderse.


iii.  Financiamiento contra congelación de inventarios
Se puede entregar físicamente  el inventario comprometido a la custodia de un tercero hasta que venza el plazo de devolución del préstamo o mantenerlo separado en un área de los propios almacenes del prestatario, pero sin que este  pueda  disponer  de  él  hasta  que  no  haya liquidado  la  deuda, y  es supervisado periódicamente por un tercero.

Estas formas de financiamiento a corto plazo, abren muchas posibilidades a las empresas  para  la  solución  de  sus  requerimientos  corrientes de financiamiento,  y  muchas  las  aprovechan  a  un  alto  nivel.  Como  todas las decisiones financieras, entraña un costo y un riesgo, que cada empresa debe evaluar cuidadosamente, en función de sus intereses, resultados económicos y situación financiera.


4.  Deudas a largo plazo
Constituyen  recursos  ajenos  prestados  por  terceros  (bancos, instituciones financieras,  empresas,  clientes)  que  deben  ser  reintegradas  a mediano  o largo  plazo  (más  de  un  año,  según  se  acuerde)  con  los intereses correspondientes.  La  deuda  a  largo  plazo  puede  obtenerse  por medio  de préstamos  de  determinadas  personas  naturales  o  jurídicas; también mediante  la  emisión  de  bonos  u  obligaciones  que  son  ofrecidos por  la empresa  y  adquiridos  por  los  interesados  en  convertirse  en acreedores  de la, lo que representa una deuda que debe devolverse en su momento con los  intereses  correspondientes.  Como  regla,  las  deudas  a largo  plazo devengan intereses superiores a los préstamos a corto plazo.  Se dice como regla,  pues  hay  instituciones  financieras  que financian inversiones, generalmente  de  bien  social  y/o  medioambiental,  que brindan  intereses similares a  los préstamos a corto plazo, conocidas estas condiciones como “créditos blandos”.


5.  Aportes el patrimonio
Son los recursos financieros aportados a la empresa por sus propietarios y de los que la empresa dispone con carácter permanente.


6.  Autofinanciamiento
La  empresa  puede  autofinanciarse  de  dos  fuentes  fundamentales: las utilidades  netas  reinvertidas  por  el  propietario  (no  distribuidas como dividendos) y la depreciación.
Estas dos últimas fuentes de financiamiento, tratándose de recursos propios de  la  empresa  (pertenecen  a  sus  propietarios) constituyen fuentes permanentes,  muy  seguras  y  son  las  que  generalmente le  resultan  más caras. La  autofinanciación,  en  tanto  que  acrecienta  el  patrimonio  de  la  empresa, tiene  para  ella  una  ventaja  adicional:  incrementa  la  capacidad  de endeudamiento. En la misma medida que crecen los recursos propios, baja la proporción de los recursos ajenos y, por tanto,si desea mantener su nivel de  endeudamiento  en  una  magnitud  determinada, según  incremente  su patrimonio  puede  tener  la  posibilidad  de  acceder  a recursos  ajenos adicionales.

La  depreciación  como  se  conoce,  se  incluye  contablemente  en  los costos, pero no representa una salida de efectivo que deba entregarse a alguien y, por ende, es dinero de que la empresa puede disponer.Aquí  se  manifiesta otra  de  las  apasionantes contradicciones  de  la  ciencia financiera:  ¿qué  hacer  con  las  utilidades?;  ¿distribuirlas  como  dividendos para proporcionar satisfacción inmediata a los propietarios,  distribuirlas entre los trabajadores para garantizar la satisfacción y el sentido de pertenencia a la empresa o retenerlas en la empresa como vía de autofinanciamiento para desarrollarla y garantizar una mayor satisfacción futura a los propietarios y trabajadores? En esta decisión, una vez más se  materializa  la permanente unidad  entre rentabilidad  y  riesgo,  pues  si  bien  los  dividendos  o  aportes extraídos brindan  satisfacción  inmediata,  lo  que  es  muy  importante  y necesario,  en la  misma  medida  que  se  incrementa  la  proporción  de  las utilidades  que es  distribuida  o  aportada  se  limita  la  autofinanciación  y  se perjudica el futuro de la empresa.

La solución a estas preguntas dependerá de si los propietarios de la empresa apuestan por el presente o por el futuro  o por ambos. Vale la pena insistir en que: los dividendos o aportes que obtienen los propietarios representan una  salida  de  efectivo  para  la  empresa  y,  por tanto,  no pueden  crecer indiscriminadamente. Luego, convertir esta práctica en una constante en la empresa,  sin  garantizar  un  nivel mínimo  de  reinversión  de utilidades  para asegurar  el  financiamiento  que  requiere  la  empresa, equivale  a  liquidarla poco a poco, al ponerla en abierta desventaja con sus competidores.


Conclusiones
A  los  fondos  generados  por  una  empresa  en  sus  operaciones  es necesario buscarles un equilibrio adecuado entre:

  • La reinversión de utilidades para garantizar su desarrollo sistemático y el mantenimiento de la competitividad.
  • El aseguramiento al propietario de niveles de rendimiento adecuados y suficientes, al menos, para cubrir los costos de su capital, y
  • La necesaria estimulación a los trabajadores.

En cualquier sentido que se pierda este equilibrio es perjudicial a largo plazo.  En la mayoría de las empresas se rompe en contra de ella, muchas veces a favor  del  propietario  y  en  algunos  casos  (con  en  las cooperativas) inclinándose hacia los trabajadores,favoreciéndolos en el corto plazo, pero  perjudicándolos a la larga.
 

Toda empresa debe tratar de incrementar permanentemente la rentabilidad del patrimonio o capital (la utilidad neta obtenida por cada unidad monetaria que el propietario tiene invertida en la empresa) a niveles  suficientemente altos para compensar con creces el riesgo que el inversor esta corriendo al aportar dinero a su patrimonio, o sea, asegurándole una rentabilidad superior a la que obtendría en otras empresas de similar riesgo.
 

No  obstante,  a  las  empresas  no  les  es  conveniente maximizar permanentemente la distribución de dividendos (la parte de la utilidad neta que es aportada a los propietarios), porque esto afecta, como se ha repetido, la  magnitud  del  financiamiento  de  que  puede  disponer para mantenerse competitiva.  Le  conviene  mejor  estimular  la  reinversión  de utilidades,  que siguen  formando  parte  del  patrimonio  de los  propietarios, pero  que  no representan una salida de efectivo que la debilite financieramente.

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