Apuntes sobre el origen del capital y forma jurídica de la empresa

22/06/2021

MSc. William Bello Sánchez

Cuba enrumba los actores privados a formar parte de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). El Ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, ejemplificó para el programa Mesa Redonda que hoy los TCP tienen 10, 15, 20 o 40 trabajadores, por lo que pueden ser considerados sus emprendimientos como una micro, pequeña y mediana empresa, aunque la legislación vigente no los reconoce como tal. El titular de la cartera de economía del país asegura que: “la contratación indefinida de trabajadores en este sector va a corregirse de forma que se redireccione hacia las MIPYMES”.

En el país convivirán la empresa estatal, empresas mixtas con capital extranjero, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia (TCP) y MIPYMES, abiertas a múltiples actores económicos. Las MIPYMES pueden operar mediante diferentes formas de organización jurídica, pero en el caso cubano, Johana Odriozola Guitart, Viceministra de Economía y Planificación, adelantó los siguientes para la Mesa Redonda: “En el caso del Decreto-Ley de PYMES es el más complejo, pues hablamos de un actor inexistente hasta el momento en el país y que asumirá la Sociedad de Responsabilidad Limitada como la forma jurídica organizativa.”

Esta forma de organización jurídica de la empresa, bajo la que operarán las MIPYMES, es un término con el que debemos comenzar a convivir en el panorama del emprendimiento cubano. En función de entenderlo y, sobre todo, ubicarlo en el mapa de las posibilidades de organización de la actividad empresarial, se presentan a continuación un grupo de apuntes al respecto.

Origen del capital y forma jurídica de la empresa

Para definir la estructura de las empre­sas se debe considerar el origen y propiedad de su capital, comenzando por identificar su carácter de empresa: pública, privada o mixta.

Empresa pública es aquella donde el capital y, por tanto, la gestión, son controlados por el Estado u otras instituciones públicas, bien desde su origen o como resultado de un proceso de nacionalización.

Su importancia resultó máxima en el período de impulso inicial que experimentaron numerosos países de industrialización tardía, sirviendo como base de apoyo a la expansión de la empresa privada.

Empresas mixtas, donde los capitales públicos y privados comparten, en proporciones diversas, la propiedad y la gestión.

Empresa privada quien en todas las economías capitalistas se constituye a escala micro en agente fundamental para el funcionamiento del sistema productivo.

 

Según su forma jurídica y el origen de los capitales, pueden diferenciarse los siguientes tipos:

  • Empresas individuales: Mayoritarias en contextos de desarrollo industrial limitado, corresponden a empresas propiedad de una perso­na o familia, que aportan un capital procedente de recursos propios o créditos, en donde la dirección y el control del capital convergen y se confunden en la persona del empresario.
  • Empresas societarias: Son aquellas donde el capital social de la empresa se reparte entre diversos propietarios, que muchas veces no participan en su gestión directa.

            Existen varias formas:

- Sociedades de responsabilidad limitada, con un reduci­do número de socios que ejercen derechos proporcionales a su aportación de capital.

- Sociedades anónimas, donde el capital se divide en acciones que cotizan en Bolsa, contando con un consejo de administración que toma las decisiones fundamentales.

- Sociedades anónimas laborales, donde esas acciones son, en su mayor parte, propiedad de los trabajadores.

- Cooperativas. Son asociaciones de varias personas que realizan una aportación de capital y ejercen, a la vez, funciones como propietarios y empleados, repartiéndose habitualmente los beneficios según trabajo y capital aportados.

 

Lugar de origen de las empresas privadas que se localizan en un territorio determinado:

Empresas locales, cuyo capital y sede social donde se toman las decisiones se identifican con el área de estudio.

Empresas nacionales con sede en otra región.

Empresas transnacionales o mul­tinacionales cuyo capital y sede central son ajenos al país.

Desde un punto de vista geográfico, conocer el origen del capital y la pro­piedad de las empresas resulta de utilidad por varias razones combinadas. Por un lado, la empresa pública actúa muchas veces guiada no solo por motivacio­nes económicas, sino también por preocupaciones sociales o estrategias políti­cas, lo que suele favorecer una presencia particularmente destacada en ciertas regiones atrasadas o con conflictos de diverso origen, al haber sido utilizadas con cierta frecuencia como pretendidos motores de crecimiento e inducción de otras empresas por las políticas de desarrollo regional, lo que exigirá una justificación específica para su localización.

La lógica del capital no suele variar según la nacionalidad de sus propietarios, pero la presencia destacada de empresas con sede social externa supone una dependencia de decisiones tomadas con criterios ajenos a la situación y problemas de cada territorio concreto, al tiempo que limita la capacidad de control ejercida desde los poderes públicos, por lo que no puede ser ignorada.

Tamaño empresarial

La dimensión influye de forma inmediata sobre su nivel de capitalización, capacidad productiva y de control del mercado, tipos de estrategias aplicadas e impacto territorial.

Por una parte, la dimensión empresarial puede medirse a partir de criterios muy variados, referentes a los recursos productivos o insumos utilizados, o bien a los resultados alcanzados (lo que dará origen a clasificaciones no coincidentes).

Por otro, los umbrales cuantitativos utilizados para separar la gran empresa de la mediana o la pequeña serán también arbitrarios, lo que origina variaciones según países, organismos y autores.

Uno de los indicadores más utilizados para medir la dimensión empresarial es:

La cifra de empleo o indicadores complejos

OCDE (Organización de cooperación y desarrollo económico)

 

Si bien el resultado de las políticas en materia de tamaño ha sido la formación de grupos empresariales o conglomerados, siendo la forma más extendida los denominados holding -compañía que controla las actividades de otras mediante la propiedad de todas o de una parte significativa de sus acciones-, también es una realidad que en los últimos años ha crecido la atención concedida a las PYMEs, no solo por su importancia numérica, sino en relación al protagonismo adquirido en los procesos de reestructuración que enfrenta la industria desde hace más de dos décadas. Su capacidad para generar empleo frente a la frecuente reducción de plantillas laborales en las grandes, junto a su mayor especialización y capacidad adaptativa en una situación de mercados inestables, la convierten en una estructura de interés e impacto en la sociedad actual.

Consideraciones Finales

Aún vivimos un momento bisoño para adelantar los posibles resultados que pudieran tener las MIPYMES en el panorama socio-económico nacional. También es temprano para adelantar si el hecho de que las MIPYMES sean asumidas como Sociedades de Responsabilidad Limitada pondrá coto a su desarrollo. Sí podemos asegurar, por múltiples experiencias internacionales que no excluyen países socialistas, que la apertura de la economía a nuevos actores resulta un paso importante en los derroteros que hoy sigue la nación para su prosperidad y desarrollo sostenible.

 

 

Bibliografía

ALONSO ET AL. (2020) CUBADEBATE “MIPYMES: Poner a los actores de la economía en el lugar que les corresponde” http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/06/18/mipymes-poner-a-los-actores-de-la-economia-en-el-lugar-que-les-corresponde-video/#anexo-1564933

MÉNDEZ,R. INMACULADA, CARAVACA. (1996): Organización Industrial y territorio. Madrid, Editorial Síntesis, S.A.

FISCHER, A.(1994): La industria y el espacio. Paris. Masson.

ESTÉBANEZ, J. (1988): Geografía Humana. Madrid. Cátedra.

 

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