El emprendimiento en Cuba ha sido fruto de un profundo empirismo, aunque ciertamente, no es un fenómeno exclusivo de nuestro país. Los emprendedores que logran un mayor auge en sus empresas, por lo general se hacen acompañar de profesionales que lo propician. Ahí es donde entra al juego nuestro entrevistado y los servicios que suele ofrecer AUGE a los negocios privados.
Un negocio que seguramente ha debido sortear, no solo los retos de emprender en nuestro país, sino con una de las esencias más populares de nuestra cubanía, pues se sabe que todos somos tremendos entrenadores deportivos, médicos, meteorólogos, empresarios y lo que surja. Lograr una cultura sobre la contratación de servicios profesionales para la gestión y desarrollo de los negocios, pagar por una buena idea, seguramente ha sido un auge, sobre el que AUGE ha debido incidir.
Siempre tomándole el pulso a la realidad cubana, AUGE, no solo acompaña desde las asesorías que ofrece a sus clientes, pues su trabajo llega a toda la comunidad emprendedora y todos los que estén dispuestos a dedicar un tiempo a vislumbrar los caminos por los que transita la nación.
¿Cómo un Licenciado en Biología, con una carrera brillante en el sector estatal, muta a consultor de negocios?
Convertirme en consultor de negocios fue una imposición de la vida. Yo venía de tener una carrera de casi cinco años, en mi opinión, en una de las más grandes y mejores empresas estatales que ha tenido este país (LABIOFAM); y un buen día por razones ajenas a mí, concluyó. Tuve que tomar la decisión difícil y dura, en el año 2014, de ponerle fin a mi carrera como empresario estatal.
Cuando llegó el momento de sentarme a pensar qué haría con mi vida, junto con los otros amigos con los cuales fundé AUGE en el año 2014, vimos que había una oportunidad en el mercado de poder extender a los emprendedores las herramientas de gestión comercial, dirección estratégica, marketing, comunicación que conocíamos, para apoyarlos en sus negocios. En aquel momento existían muchos emprendimientos comenzando y notamos que había excelentes ideas que se desarrollaban de una manera impecable, pero que también había terribles ideas llevadas a negocios, o actividades que estaban mal utilizando sus recursos. Ello se debía, en mayor medida, al desconocimiento de las técnicas empresariales y a veces a caprichos de los propios emprendedores, o por subvaloración de las condiciones de partida a la hora de hacer un emprendimiento. Entonces vimos el chance de poder acopiar todo lo que habíamos aprendido luego de esos cinco años de trabajo en una gran empresa estatal, viajando, negociando con empresas extrajeras, tratando y logrando de hecho, vender productos cubanos fuera de nuestras fronteras. Todo aquello lo tomamos en nuestras manos y decidimos aplicarlo de forma creativa en el entorno del emprendimiento aquí en La Habana.
¿Por qué hacer una consultora de negocio?
Decidimos hacer una consultora porque nos quedaba claro, en particular a mí, que algo tenía que hacer con mi vida luego de haber cerrado un capítulo importantísimo en mi desempeño profesional, al concluir mi trabajo con la empresa estatal en la que trabajaba. Yo no quería irme de Cuba, no quería dejar mi país, alejarme de mi familia y renunciar al empecinamiento que tengo de aportar al desarrollo de Cuba, desde donde quiera que esté. Entonces hicimos una revisión de qué era lo que podíamos hacer dentro del sector privado, porque era el único sector que nos daba la oportunidad de permanecer acá, realizarnos profesionalmente y también de tener mejores ingresos, mejorar nuestras condiciones de vida y las de nuestras familias. Miramos dentro de nosotros mismos, exploramos nuestros recursos; no teníamos un almendrón para convertirlo en un bello carro para pasear turistas por La Habana; ni teníamos una habitación, una propiedad para rentarle a los que visitan el país y habilidades culinarias de ningún tipo, apenas sabíamos freír un huevo. Pero lo que sí teníamos era pasión, conocimientos, herramientas de cómo armar un negocio desde cero, dominaba la técnica de vender, convencer a otros, tenía la experiencia de diseñar, gestionar y construir proyectos, una clara noción de cómo funciona nuestro país. Siendo conscientes de lo que nosotros tenemos es conocimiento y sapiencia, eso es de lo que tiene que ser nuestro negocio, nuestro negocio tiene que ser de experticia y uno de los negocios de experticia más importantes es una consultoría, y así nació la idea de AUGE.
¿Qué ofrece AUGE, a diferencia de otras consultoras o proyectos, para que los negocios emprendan con ustedes?
Lo que distingue a AUGE, es que hemos dedicado muchísimo tiempo a tratar de entender las dinámicas de funcionamiento de las instituciones cubanas, sus regulaciones y normas con respecto al trabajo por cuenta propia. Compartimos la opinión que tienen mayoritariamente todos los emprendedores, que el marco regulatorio actual del trabajo por cuenta propia, presenta un gran número de lagunas, contradicciones, en mi opinión disfuncional y que lamentablemente no está a la altura de lo que necesita la economía del país, pero es nuestro marco jurídico y son las reglas bajo las que hay que jugar. Al margen de mi opinión, como AUGE, hemos asumido la obligación de entender hasta el final nuestras regulaciones, comprender sus entresijos, aprender a ponernos en los zapatos de los reguladores cuando deciden prohibir o liberar una cuestión en específico, para transmitirlo y así brindar una información certera a nuestros clientes y comunidad. Podremos estar en discrepancia con las reglas, pero son las reglas que están en vigor, por lo tanto, deben dominarlas, también tener claro los contextos, los lenguajes de los que regulan y las autoridades, para poder proyectar con efectividad una estrategia de negocio. Una cuestión a la que le hemos puesto toda nuestra dedicación, estudio y recursos para comunicar de una forma atractiva, eficiente, buscando que se entienda que las regulaciones, leyes, los pronunciamientos de las autoridades no son cosas de abogados y de políticos, sino también de empresarios.
Ustedes, además del trabajo que hacen con los emprendedores, desde hace algún tiempo, vienen tomándole el pulso al contexto económico, político y social: ¿Por qué invertir tiempo en ello y cómo esto puede repercutir en el AUGE de la comunidad emprendedora?
Dedicamos mucho tiempo a entender el contexto económico, político y social del país, porque es un requerimiento de primera línea. Si uno quiere asesorar a un cliente, a un emprendedor, tiene que hacerlo con la mayor calidad posible y es esa una premisa de trabajo que tenemos en nuestro equipo. No se trata solo de asesorar, de establecerle al cliente posibles caminos de acción a partir de las buenas y las malas prácticas que están haciendo los emprendimientos en el terreno, o de hacer un análisis de mercado, etc., sino de entender que los negocios están inmersos en un contexto muy particular, como parte de ese contexto son afectados, beneficiados e influidos por él. No hay otra manera para anticiparse al mismo, que descifrar las complejidades del momento, también a ello le dedicamos el mayor de los esfuerzos. Es una tarea agotadora porque realmente implica estar pendiente de todo lo que ocurre en el país, incluso en esferas que aparentemente están lejanas de lo que es el emprendimiento, pero requiere muchas horas de estudio, de análisis, de lectura, de seguir todo lo que está en el país en ámbitos supuestamente tan dispares como la inversión extranjera, o qué está pasando con las reformas económicas que el país ha tratado de implementar desde hace diez años, qué está sucediendo también en cuanto a las relaciones internacionales del país. Por ejemplo, en cuanto a las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, un tema de alta sensibilidad y que en los últimos tres años se ha podido ver cómo este fenómeno ha gravitado sobre nosotros y ha generado el retroceso de las relaciones entre ambos países, ha generado un ambiente hostil y desfavorable para el surgimiento de nuevos negocios.
Por tanto, entender ese contexto es una actividad crucial para el trabajo que hacemos en AUGE. Creemos que le aportamos a la comunidad emprendedora herramientas de análisis elaboradas con sumo rigor, que le permiten a los emprendedores poder tomar en cuenta estas variables, tan importantes y que a veces al estar engullidos en la dinámica cotidiana de llevar adelante un negocio no se tienen en cuenta.
Si tuvieras que mencionar tres aspectos en donde estaría la mayor evolución de los negocios y/o la comunidad emprendedora. ¿Cuáles serían y por qué?
AUGE surge en octubre de 2014, de la fecha al día de hoy, la gestión de los negocios visiblemente ha cambiado mucho.
En primer lugar, hemos visto cómo de forma gradual los emprendedores que inician su negocio, han entendido que las cosas se deben hacer bien desde el principio, que la fase de preparación de los negocios es crucial, lo que mal empieza mal acaba. Apreciamos cómo cada vez más lo emprendedores, la gente que se decide a diseñar un nuevo producto o servicio, entiende que debe hacer sus tareas previas, buscar información, estudiar, analizar lo sucedido hasta el momento, establecer qué están haciendo los competidores y qué expectativas tienen los posibles clientes, etc.
Hoy existe mayor integralidad a la hora de diseñar los nuevos proyectos, lo cual lleva a que se busque asesoramiento, contratar un tercero que pueda acompañarlo o ponerse en manos de expertos. Eso no era tan común al inicio, yo recuerdo que en el 2014, 2015 cuando estábamos en un contexto mucho más favorable que el que hoy estamos viviendo, con una expectativa de mejora económica muy grande, con frecuencia encontrabas emprendedores que pensaban que tener éxito era tener dinero e invertirlo sin mucho miramiento, creían que el negocio iba a funcionar por sí solo y generar las utilidades que se esperaban. Hoy en día esto ha cambiado totalmente y los emprendedores han entendido que hay que dedicarle horas de estudios y análisis a la fase de diseño y de preparación del negocio.
Un segundo aspecto sumamente interesante es que hemos visto cómo los emprendedores han ido entendiendo que hay un mar inagotable de oportunidades de construir alianzas con otros negocios privados, vemos cómo cada día, diferentes marcas y negocios se unen para diseñar un nuevo producto, un nuevo servicio, para sembrar en la comunidad un nuevo mensaje, una nueva visión, lo cual habla de cómo los emprendimientos son ágiles en la toma de decisiones y cómo se encadenan de una manera eficiente para provechar oportunidades. Es un importante reflejo de la madurez de la comunidad emprendedora, a pesar de todas las limitaciones y problemas que tenemos, que no son pocos.
Un tercer elemento es que ya todo emprendedor y negocio tiene claro lo relevante e importante que es tener en estos momentos una buena comunicación, transparente, que impacte y que pase por tener una marca inspiradora, que tenga clara las líneas de mensajes y canales que se van a emplear. Todo lo cual ha estado fomentado por la competencia. Mientras más negocios y competencia existan, más rigor hay que aplicarle a la actividad de conducir los emprendimientos y ello te lleva a replantearte todo lo que estás haciendo en los diferentes frentes que implica una actividad productiva comercial. Además de la entrada del internet en el país que, a pesar de los problemas, contradicciones y de los precios, ha ido avanzando. Hoy existe un acceso al internet que no se imaginaba años atrás y esto ha venido a catalizar la comunicación en los emprendimientos, al punto que no existe negocio que no se plantee asumirla de una manera diferente a como la venían haciendo.
La COVID-19 ha sido para el mundo, lo más parecido a invernar, si en términos biológicos comparamos este momento. Sin embargo, muchas personas y negocios han intentado estar lo más activos posibles y desde sus posibilidades trabajar en mitigar los impactos negativos a los que nos somete la pandemia. ¿Cuál ha sido la experiencia de AUGE en ese sentido?
AUGE durante este tiempo de COVID-19, en primer lugar, tengo que decir que ha sufrido los mismos impactos que de manera casi absoluta han experimentado los negocios. Aunque ciertamente hemos visto una reducción de nuestro trabajo, por razones naturales, primero porque nuestros clientes están casi todos sin funcionar, lo que implica que la subcontratación de servicios a tercero disminuya, por lo cual hemos tenido afectaciones en nuestro trabajo. Sin embargo, también hemos tenido otros clientes que, a pesar de cerrar sus puertas, han mantenido la voluntad de continuar trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos y nuevas líneas de negocios. También hemos tenido otros emprendedores que a pesar de una situación tan adversa como esta, han visto una oportunidad para trabajar con mayor detenimiento y profundidad en el desarrollo de su proyecto y ahí hemos estado para proveerlos de las herramientas necesarias, con el objetivo de diseñar mejor su negocio.
Esta situación también ha sido muy activa para nosotros, sobre todo en el primer mes. Cuando la incertidumbre era muy alta en cuanto qué hacer, qué trámites seguir para acogerse a las facilidades, o herramientas que el gobierno ponía a disposición de los emprendedores. AUGE en ese momento desarrolló un trabajo muy fuerte en redes sociales para orientar a los dueños de negocios privados, con el objetivo de acogerse a la suspensión temporal de actividades, o de beneficiarse de otras de las soluciones que en el terreno fiscal y financiero el gobierno puso a disposición nuestra. Seguimos muy de cerca todas las mesas redondas, todos los pronunciamientos del Ministerio del Trabajo y qué el gobierno iba realizando con respecto a los emprendimientos y sobre ellos mantuvimos un canal de comunicación abierto con nuestra comunidad, a través de Facebook, orientando y guiando. Fue un momento importante también para nosotros cuando elaboramos dos modelos de preformas de cartas para solicitar la suspensión temporal de actividades; y semanas después de que se anunciara esta actividad por nuestra cuenta, alrededor de 400 emprendedores emplearon los modelos que nosotros preparamos para solicitar la suspensión temporal de actividades ante las autoridades; y con unos cientos más mantuvimos diálogo a través de las redes sociales para responder determinadas preguntas y dudas con respecto a los trámites que enfrentaban y los mecanismos que se pusieron a disposición de la comunidad emprendedora para lidiar con esta situación. Dicho trabajo fue motivo de satisfacción y obviamente motivo de esfuerzo, un esfuerzo duro bajo las condiciones de conectividad que hoy tenemos en el país, poder cumplir las expectativas de tantas personas que se nos acercaban pidiendo una ayuda, o explicación más clara sobre lo que las autoridades estaban orientando. Pero nos llena de orgullo haber aportado ese granito de arena en ese momento difícil y nos trae mucha alegría ver cómo los emprendedores, personas que ni siquiera conocemos personalmente reconocen la labor que realizamos, nos agradecen en las redes sociales la existencia de un negocio como AUGE y el valor que les aportamos.
En las redes sociales y otros espacios digitales, he encontrado muchísimas personas y expertos que llaman a la reinvención de los negocios, como garantía para sobrevivir en un período post COVID-19. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Es normal que se hable de reinvención, claramente ningún emprendimiento va a rendirse ante esta situación y todos van a dar la pelea por tratar de adaptarse, sobrevivir y reacomodarse en esta nueva coyuntura. Pero yo creo que el éxito en lograrlo va a ser un tanto escaso, ya que es necesario que condiciones de base que influyen sobre nosotros cambien. Por ejemplo, en mi opinión, es muy difícil que en medio de esta situación económica que ya estamos sufriendo y que se va a mantener, muchos negocios puedan sobrevivir si el gobierno cubano en las próximas semanas, o meses, no opta por diseñar una política que fomente más el emprendimiento, que lo apoye, que lo acompañe, que le permita introducirse en actividades de mayor valor agregado. Es necesario que aparezca un marco más favorable para que podamos encadenarnos con empresas estatales, con la inversión extranjera, o con otros actores económicos del país, si esto no ocurre, en mi opinión, es muy difícil que los emprendimientos puedan adaptarse con éxito a esta situación.
Un cambio en el contexto que pudiera variar las posibilidades de éxito de forma favorable, es que en noviembre haya un triunfo demócrata en las elecciones y esa nueva administración decida, como ha dicho que va a hacer, retomar el proceso de normalización con Cuba. Pero si estos dos contextos no cambian, la reinversión va a ser sumamente difícil, porque el sector privado va a tener que ceñirse únicamente al mercado nacional y este tiene serias limitaciones en su nivel de consumo y en su capacidad de compra, por las razones que todos conocemos. Hemos podido verificar en AUGE, y lo compartimos en el informe que publicamos hace una semana, que la mayoría de los negocios van a tratar de reconfigurarse, para prestar sus servicios al mercado nacional, el cual es un mercado que está disminuido en su capacidad de compra. Poder mantenerse a flote y crecer sobre la base de este tipo de mercado, creo que es una tarea sumamente difícil y que no todos los negocios van a tener éxito en ella. Obviamente si todo el mundo se reenfoca hacia el mercado nacional, la competencia va a crecer extraordinariamente entre los emprendedores; ello va a traer consigo una reconfiguración de precios, de alcance de servicios, de los tipos de oferta que se dan en el mercado y poder sobrevivir a esa situación sumamente diversa va a tener una alta complejidad. Creo que van a haber muchos negocios que no van a poder manejar con éxito esta situación, van a tener pérdidas, deberán disminuir su alcance y muchos van a tener que cerrar. La reinvención sin un cambio en el contexto que hoy nos envuelve, creo que es un deporte de alto riesgo ahora mismo.
¿Cuál es rol que crees pueden jugar los emprendedores, para un desarrollo sustentable de la nación en un escenario post COVID-19?
En un escenario post COVID-19 yo creo que los emprendimientos están llamados a jugar un papel crucial, para enfrentar lo que tenemos por delante y también para contribuir al desarrollo económico y social del país. Emprendimiento es una palabra que en mi mente está relacionada con crisis, con dificultades, porque emprender es remontar los problemas, los imposibles y ahora estamos frente a unos de los retos más grandes que ha tenido que enfrentar nuestro país y el mundo en las últimas décadas. El emprendimiento deviene como una de las herramientas que el país tiene a mano para poder escrutar el presente, diseñar el futuro y luchar por él. Creo que los emprendedores nos vamos a desenvolver en un contexto sumamente difícil, con enormes complejidades, pero también considero que las complejidades y los contextos difíciles son estímulos para entrarle con más fuerzas, a los momentos duros, para diseñar y construir nuevos senderos, nuevas soluciones que nos lleven a seguir manteniendo, no solo nuestros negocios vivos, sino mantener el país a salvo de los problemas que tenemos por delante. Estoy seguro que el emprendimiento en Cuba, a pesar del horizonte tan difícil que tenemos por delante, seguirá siendo un actor relevante en nuestro país y ante esta nueva situación aportará nuevas soluciones, nuevas formas de enfrentar, resolver problemas, de prestar servicios y satisfacer necesidades que tienen los diferentes actores y la población de manera general.