Veló Cuba, de sencillez y valentía. Entrevista a Nayvis Díaz Labaut. Fundadora de VELÓ CUBA

08/05/2020

Msc. William Bello Sánchez

Quien tenga la oportunidad de hablar tres minutos con Nayvis Díaz Labaut, tendrá la sensación de que estás ante una de esas lideresas de las que se hablan en los libros de Historia, cuatro minutos y estarás convencido que volverás a montar bicicleta, en cinco, ya eres militante voluntario de Veló Cuba.

Veló Cuba, es un emprendimiento peculiar en el panorama de emprendimiento cubano, teniendo en cuenta que se trata de un taller de reparaciones y renta de bicicletas, dirigido por mujeres. Su actitud ante los clientes, trabajadores y la comunidad constituye un excelente ejemplo de una gestión socialmente responsable de un negocio. Brindando un importante grupo de servicios asociados a las bicicletas: renta de modelos de gama alta, rutas por La Habana, restauración, mantenimiento y reparación, buscando que en ello prime la creatividad e innovación como premisa. La bicicleta la convierten en su pasión y han sabido devolver a muchos cubanos el placer de volver a pedalear sobre dos ruedas.

¿Cómo surge Veló Cuba?

Yo estudié ingeniería industrial en la CUJAE y hacía el viaje de la CUJAE al vedado en bicicleta, unos 20 km. Luego pasé casi 15 años como directora de recursos humanos, en instalaciones vinculadas al turismo. Ya para el 2013, con la nueva apertura del trabajo por cuenta propia surge esta licencia de reparador de bicicletas. Aunque no sabía nada de bicicletas, siempre pensé en algo que estuviera vinculado al deporte y las bicicletas serían una buena idea; además ya llevaba varios años de graduada y tenía cierta experiencia en la administración, así que decidí hacer mi propio futuro.

Realicé un estudio de mercado por casi 5 meses y ahí estuve mirando todas las personas que se habían quedado reparando bicicletas en la ciudad y no llegaban a 10. Los visité a todos, visité otros en Mariel, incluso en un viaje a Cienfuegos revisé qué hacían allá. En cada negocio que arreglaban bicicletas miraba qué hacían, así saqué por decantación todo lo que le faltaba y que era necesario rescatar para crear un negocio fuerte enfocado en la ciclo movilidad. No sólo pensé en reparar bicicletas, también rescatar precios accesibles para que la gente volviera a la bicicleta. Hice un cambio muy fuerte, con muchos riesgos, en ese momento (año 2014), cuando nosotros empezamos todo el mundo por apretar una tuerca cobraba 5 CUC.

¿Por qué elegiste hacer un taller de bicicleta?

Conozco una muchacha, ciclista profesional y era el recurso humano que hacía falta para emprender un proyecto como este. Yo tenía conocimiento de administración, dar pedales, pero de mecánica como tal no sabía nada. Estuve casi ocho meses siendo su ayudante en el negocio, recogía, limpiaba las bicicletas, las herramientas y repartía flayers, llevaba la contabilidad y todo lo demás.

En una entrevista que dieras a Juventud Rebelde en junio de 2017, decías: -queremos que Veló Cuba no sólo tenga impacto comercial, sino que tenga impacto social-. Medir el impacto en este sentido, es un reto para muchos emprendedores, pero en esa fecha mencionabas que tu impacto se elevaba a los 83 400 CUP. ¿Cómo logras evaluar esto? en 2020 ¿Cuánto es ese número?

La cifra actualizada está por encima del monto de aquel momento, donde realmente era 100 300 CUP. Eso se puede visualizar teniendo en cuenta lo que cuesta cada servicio gratuito, o cada descuento. Cuando los trabajadores hacen un trabajo asociado a una acción social, yo les pago, pero no le cobro al cliente, también sobre ello hay otros costos asociados que son todos los poquitos que voy teniendo en cuenta y suman mucho, permitiéndome dar valor numérico al impacto.

(Desde el punto de vista contable cuando tienes claros los costos asociados a un servicio, sabes cuánto cuesta ofrecer, puedes registrar todos los descuentos y gratuidades que van al aporte comunitario.)

Cuando te planteas hacer un grupo de proyectos, o gratuidades en tu negocio, los recursos para ello deben salir de alguna parte. En mi caso, salen de las utilidades de la empresa, hay una parte de estas que destino a ello y se contabiliza. No podemos hacer acciones y no saber cómo van nuestras finanzas, por mucho interés que tengas en hacer acciones sociales, para ser socialmente responsables, no podemos olvidarnos de los gastos corrientes, los tributos, el salario de los trabajadores, el pago de la renta, que nos ha llevado bien duro, pues nunca hemos tenido local propio. Luego de esto, puedes definir cuánto puedes aportar.

¿Cuál ha sido el beneficio de desarrollar este tipo de estrategia para ustedes?

El primer beneficio es que hemos sido capaces de generar empleo, esto a mí me llena de satisfacción.

En noviembre de 2017 Veló Cuba fue llamado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana para trabajar en conjunto en el primer sistema de bicicletas públicas de Cuba, con apoyo metodológico del Ministerio de Transporte. Hoy HABICI es una realidad surgida de la alianza entre emprendedores cubanos y el sector estatal. ¿Qué consideras puede aportar a Cuba este tipo de alianzas entre emprendedores y el sector estatal?

Es vital esta alianza, yo pienso que un gobierno que realmente tenga la intención de que su estructura económica funcione, debe apoyar todas las aristas que la conforman. Hoy, se habla mucho del sector no estatal, pero es necesario que los emprendedores cuenten con un mayor apoyo. Desde nuestra experiencia, el hecho que podamos tener sede en un local arrendado al Estado, ha sido muy bueno, pues los costos del mercado son en extremo elevados y hay muchos locales estatales subutilizados. Pagamos el espacio, pero a precios que nos han permito acumular recursos para las actividades que desarrollamos en apoyo a la sociedad.

Cuando estableces relaciones con el Estado las puertas se abren, tienes acceso a otros recursos. En el caso de las bicicletas públicas los recursos estaban, pero al Estado le faltaba el elemento de gestión técnica y conocimiento acerca de la actividad, ahí entró Veló Cuba, a una alianza en donde todos ganan.

Hoy justo en medio de la COVID-19, Naivys ha tenido que trabajar desde casa. Pero como buena capitana al mando de ese buque insignia que es Veló Cuba, has sabido compartir tu experiencia, liderazgo y seguridad, cosa que sólo hacen los que saben que siempre será mejor seguir navegando, que tirar el ancla. ¿Cómo se ha organizado Veló Cuba, para contrarrestar los efectos de la COVID-19 en su equipo de trabajo y sus clientes?

Desde el 14 de marzo comenzamos una redistribución de funciones para disminuir la exposición de los trabajadores, realizando para ello cierres parciales de los servicios de reparación y renta de bicicleta tanto en Veló Cuba, como en HABICI.

En abril cerramos el taller de reparaciones de bicicletas del Vedado y sólo mantenemos el de Prado funcionando, bajo estrictas medidas de seguridad (Áreas restringidas, permanente uso del nasobuco, el uso de hipoclorito para desinfección de las bicicletas y el personal), manteniendo los servicios siguientes:

  • Atención por reservas para el mantenimiento y reparación de bicicletas, de forma tal que sólo exista un cliente en cada cita y su técnico.
  • Servicios a domicilio con el requerimiento de que el arreglo de la bicicleta se realice fuera del hogar (balcón, patio, portal).
  • Mantenimiento general de todas las bicicletas de HABICI, respetando la distancia entre el equipo.
  • Asesoría y acompañamiento a personas que buscan comprar una bicicleta.

En medio de esta reducción de trabajo, también hemos estado acompañando a los trabajadores en casa, cómo podemos apoyarlos y aprovechando el tiempo para su formación. Garantizando que, en este tiempo, además del pago que hicimos para este periodo de nuestras cuentas de contingencias, puedan contar con nosotros si necesitaran un adelanto monetario para cubrir sus necesidades básicas.

Por último, estamos trabajando en poner nuestro equipo y medios, a disposición de los gobiernos locales de forma voluntaria para implementar un servicio de mensajería ajustado a sus necesidades.

El necesario cierre del transporte nos ha llevado a experimentar un incremento del servicio, el cual ha sido bajo estrictas medidas de seguridad, limitando su crecimiento, pero buscando resolver a quien tiene la imperiosa necesidad de moverse.

Sé que muy pronto estarás nuevamente sobre el puente de mando y que Cuba seguramente también se recuperará de la COVID-19, pero seguramente durante unos meses las cosas no serán como antes. ¿Cómo ves a Veló Cuba post COVID-19?

Veo una etapa de reconexión con el personal, pues vendrán de un momento difícil para todos y eso también tendremos que hacerlo con los clientes. Trabajar para que todos nos recuperemos de esta etapa vivida y podamos procurar que las cosas vuelvan a ser como antes. Retomaremos los proyectos que teníamos, con otros emprendimientos y los gobiernos locales.

Las escuelas de capacitación técnica de Veló Cuba volverán. Si una enseñanza ha dejado este momento es el cuidado que debemos tener de la salud, la naturaleza, y las bicicletas son grandes aliados para ello y nosotros buscaremos que lleguen a funcionar para más personas y ciudades. Ya detuvimos por mucho tiempo las ruedas, no nos vamos a detener.

¿Cómo ves a CUBA post COVID-19?

Yo soy de pensamiento positivo, mirando cómo hemos manejado la COVID-19 a lo interno y la labor que Cuba ha desplegado en el mundo, aun con el dolor de quienes lamentablemente perdimos ante la enfermedad, saldremos fortalecidos. Independiente de la distancia que hemos debido tomar por mucho tiempo, los cubanos saldrán más sensibles hacia la naturaleza, las relaciones interpersonales y la vida. Hemos incorporado ganas, para salir adelante, con mayores niveles de exigencia personal y colectiva, entendiendo el valor que nos deja, pensar con responsabilidad y apostar por la tierra que nos vio nacer.

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