La entrevista es un género delicioso que permite hacer partícipes a muchos de una conversación íntima entre dos personas, pues, hay conversaciones que, al ser verdades tan grandes, merecen salir del espacio privado para multiplicarse. Muy bien sabe de esto el profe William Bello Sánchez, Coordinador del Programa Oasis de RSE del Proyecto CubaEmprende, quien hace unos meses se lanzó a la aventura de conocer las experiencias desarrolladas en materia de RSE por un grupo de emprendedores cuyo trabajo llevaba ya un tiempo siguiendo. Fue así como surgió el folleto Emprendimiento responsable en Cuba. Historias de creatividad y audacia, el cual ponemos a disposición de ustedes a partir de hoy, a través de los canales digitales del Proyecto CubaEmprende.
El profe William, esta vez en calidad de auténtico “cazador cazado”, conversa con nosotros hoy sobre el proceso de gestación de este proyecto y los desafíos que se le presentaron en el camino. Ojalá sean sus palabras una motivación adicional para no renunciar a la lectura de las nueve entrevistas contenidas en el folleto en cuestión, pues, nos permitirá conocer de cerca hermosas historias de vida, historias de emprendimiento, historias que, si nos dejamos inspirar, quizás también un día podamos contar en primera persona.
1. Podemos decir que CubaEmprende y el Programa Oasis que lideras, han estado a la cabeza en cuanto a la promoción de la RSE en el contexto de los emprendedores cubanos, pero, ¿por qué la necesidad de realizar un folleto como el que hoy se presenta? ¿Qué te motivó a aventurarte en esta tarea?
Uno de los propósitos trazados para OASIS desde un inicio, fue visualizar ejemplos de buenas prácticas de RSE y el esfuerzo de varios negocios por conectar su gestión con su entorno. Cuando se analizan y conocen las dificultades operativas y cotidianas que tienen los emprendedores cubanos para salir adelante, cada esfuerzo que hacen por apoyar a su comunidad, cuidar el medio ambiente o sus desvelos por la satisfacción de clientes y trabajadores, es necesario reconocerlo y estimularlo. Si bien no todos los emprendedores adoptan una postura socialmente responsable, no son pocos los que sí lo hacen. Esto ha sido algo que, como tantas cosas, los negocios cubanos han asumido con una celeridad que sorprende. Como he dicho en no pocos espacios, somos solidarios por idiosincrasia: un emprendedor fue pediatra ayer y no tenía hora para dejar su consulta; son las mismas personas, con los mismos valores y ahora dispuestas a compartir sus resultados económicos.
2. Antes de iniciar un proyecto de esta índole se suelen tener muchas dudas e incertidumbres. ¿Cuáles eran tus preocupaciones entonces, y cómo las fuiste afrontando durante el proceso de creación?
Te confieso que cuando empezamos a pensar en cómo sería Oasis, en 2017, una de las hipótesis que manejábamos era que los emprendedores que implementaban prácticas socialmente responsables veían en ello también una posibilidad de eliminar vulnerabilidades ante los prejuicios que suelen suscitarse sobre el sector. Nos propusimos entonces desarrollar una encuesta, para conocer a fondo su percepción y encontramos que aun cuando estaban dispuestos a llevar a su negocio por prácticas socialmente responsables, creían que con ello aumentaban sus riesgos: el de ser cuestionados sobre por qué lo hacen y verse en un proceso de averiguaciones que los sometieran a un estrés adicional, por el solo hecho de trabajar no solo por cuenta propia, sino pensando en todos.
Esa idea aún la llevo presente y estuvo todo el tiempo en el proceso de entrevista, maquetación, etc., y a cada entrevistado le hice esta misma historia que acabo de contar. Pero ellos creyeron en el proyecto y decidieron que hablar de su experiencia podía de alguna manera mitigar los riesgos y que cada vez más su trabajo y acciones sean saludadas, sin guantes.
3. ¿Cómo crees que este folleto puede apoyar o influir en el desarrollo del emprendimiento en Cuba y, sobre todo, en la toma de conciencia de la necesidad de emprender de manera responsable?
El folleto muestra el rol que pueden jugar los emprendedores en la sociedad, desde negocios de todos los tamaños o giros, desde cualquier sexo, edad, profesión, etc. Creo que las entrevistas, en la medida de las posibilidades, con los recursos que teníamos que no eran muchos, fueron de cierta manera abarcadoras, en cuanto a lo que respecta al panorama del emprendimiento. Todo negocio puede proponerse ser responsable, no es excluyente y cada acción cuenta. No es necesario un capital importante para ello, porque las acciones más profundas, esas que apuntan al compromiso sentido de la organización por la RSE, están a lo interno y al ejercicio del liderazgo de cada emprendedor. Es una lección que dejan varios de los entrevistados y que cada emprendedor puede aprovechar y poner en práctica.
La RSE no es una carrera de velocidad, es una opción que nace del emprendedor y de la historia del propio negocio y en ningún caso puede llevar al fracaso empresarial, pues entonces no sería responsable. ¿Cuánto deja el cierre de un negocio?Desempleo, especulación, personas con una necesidad insatisfecha, gente sin apoyo… ese no puede ser un resultado de la RSE, por lo que sus metas no pueden ser tan ambiciosas que lleven a ello.
Los emprendedores que se encuentran en el folleto han sabido evaluar el momento de cada acción, lo cual para muchos pudiera devenir en caso de estudio, pues, han sabido llevar su compromiso como parte del desarrollo empresarial y la RSE como ingrediente de la ecuación de los buenos resultados de la empresa. Estamos hablando de emprendedores cubanos que tienen dificultades: no son reconocidos como pymes, compran en un mercado minorista, la gestión en clave RSE no les permite deducir impuestos y a algunos les llaman peyorativamente negociantes, o merolicos, como diría uno de los entrevistados. ¡Cuán distinta pudiera ser la historia si fueran llamados a formar parte del esquema empresarial cubano! ¡Cuánto pudiera esto ayudar al desarrollo de la nación! Que algo así sucediera, en un lapso de tiempo breve, sería el mejor apoyo que pudiera dar este trabajo, nuestra viga en el puente que espera transitar la comunidad emprendedora cubana.
4. Cuando se concluye un proyecto de envergadura, suelen agolparse muchas sensaciones en quien lo ha impulsado: agradecimiento, la sensación de que se pudo haber hecho mejor, el vacío que deja no ocuparse más del trabajo que te ha desvelado por meses… ¿Qué experimentaste exactamente cuándo leíste por primera vez el folleto terminado?
Cuba hoy pasa por un momento inédito en su historia reciente: todos procurando estar en casa, nada de besos, abrazos, en fin… las medidas lógicas de distanciamiento social que debemos tomar para lograr, más temprano que tarde, dar jaque mate a la pandemia.
Sin embargo, la distancia necesaria no debe matar la solidaridad y se han visibilizado varios negocios que se han puesto en función de apoyar las acciones de diferentes instancias gubernamentales con el objetivo de disminuir las vulnerabilidades locales.
Hubiera preferido la salida del folleto unos meses antes, para que sus historias sirvieran de inspiración a cubanos que siguen pensando que no es posible emprender con compromiso social. Hoy tal vez fueran más emprendedores trabajando codo con codo por sacar la COVID-19 de nuestra querida Isla, y menos las miradas con extrañeza ante las noticias de que los TCP apoyan a su patria.
5. ¿Cuáles son los planes inmediatos del Programa Oasis en función de continuar apoyando y promoviendo a los emprendedores que practican la RSE?
Si me preguntas del Programa OASIS, seguir trabajando. Continuar apoyando a los emprendedores con capacitación, acompañamiento y facilitando que entre ellos encuentren las soluciones a los retos que les pudieran deparar las acciones responsables que cada uno propone en su negocio, el medio ambiente y la sociedad. Nos estamos ocupando de la sostenibilidad de nuestro propio trabajo, en función de lo cual estamos otorgando a los emprendedores mayores responsabilidades dentro de nuestros propios procesos.
Seguramente seguiremos pensado desde OASIS en la comunidad emprendedora, en el presente y futuro de Cuba y de todos los cubanos.